Al momento de estar escribiendo este post, me encuentro con todavía emocionado/sorprendido de lo que pueden hacer las coincidencias, ¿destino? no lo se pero esa manía que tenemos todos de buscar razgos en común hacen que ahora me sienta que el tiempo sea el mejor juez.
Hoy acompañé a un amigo a sus clases de karate, de donde hace diez años, también era alumno. Al estarlo observando detenidamente haciendo sus katas me extrañaba y podía verme jugando con el Bo o dando vueltas por el tatami, donde he de confesar, adquirí mis primeros hongos en los pies. (suspiro aquí)... tantos recuerdos, y más aún cuando en las paredes del gimnasio había fotografías de mis ex-compañeros que siguieron y ahora se encontraban felices recibiendo su cinta negra.
ZAZ! tanto tiempo y yo?... espero un día poder ser igual de grande como él.
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