Antes de entrar, me dijo que tenía que hacer una prueba; tenía que lanzar una pelota de golf para que rompiera una pequeña lata a lo lejos. Se veía fácil y ya me encontraba listo, pero antes de estar en posición, me mostró cómo tenía que hacerlo y con una velocidad DESCOMUNAL lanzó la pelota de golf que hizo añicos la lata. El reto era grande pero sabía que podía hacerlo (y es que en mis sueños soy bien optimista) y lancé la pelota pero sin éxito alguno. No quería darme por vencido tan fácil así que volví a tirar la pelota que se dirigió rápidamente a la lata que explotó PLAAAAAFFFF explotó por los aires.
Esa es mi historia de cómo me hice Pitcher de los Venados de Mazatlán.
Etiquetas: dreams
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