El glamour el glamour, lo digo y me río, pero desde que escuché que Londres era glamoroso me reía a carcajadas pero lo peor de todo es que es cierto: mucho té, calles con sentido contrario, mucha comida árabe (eso NO es glamoroso debo aclarar), muchos pubs, muchos cambios climáticos, muchas tiendas fashion, mucha gente bonita, en fin, la ciudad es una gran musa inspiradora para dreamers como yo que tienen tanto por dar. Fue la ciudad que me recibió y despidió en el viejo continente y la ciudad que apoyé (I backed the bid) para las Olimpiadas del 2012 y la misma que me hizo saber que algún día tendríamos que volvernos a ver; y si hago una función una semana después de los antentados es porque la apoyo, la padezco y la extraño.
Someday someone will say this to us: Welcome to London, again
Pacha junto al Big Ben (que no es tan Big como se piensa)
3 Comentarios
Yo espero que Dios también tenga sentido del humor... por que si no es así... creo que ahora comprendo por que no nos llevamos tan bien...ja! más besos...
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