Sin embargo tengo que confesar que una vez estaba en casa de mis abuelitos, ellos tenían una gata gorda que era muy cariñosa y siempre se te subía en las piernas para jetearse. Yo estaba viendo la TV cuando la gata se me subió,y mis hormonas de púber hicieron que la agarrara y la echara al piso pero la estúpida gata no cayó bien y se lastimó la pata. Todo mundo sabe que sería incapaz de hacerle algo a un gato y yo muerto de los nervios y asustado no sabía qué hacer porque la gata maullaba de dolor, raro pues y mi abuelita al escuchar me preguntó ¿qué le pasó?"aaahhh es que se aventó mal" fue lo único que contesté. Por Dios, lo pienso ahorita y es lo más estúpido que pude haber contestado. Al final llevaron a la gata al veterinario de enfrente para enyesarle la pata.
Creo que hice más "travesuras" en mi época teen. Era la época en que empezaba a manejar pero no me prestaban el carro (de las grandes incongruencias de los padres) así que cuando salían agarraba el carro a escondidas y trataba de llegar antes que mis jefes si no, era una cagotiza que me duraba una semana, misma que a su término volvía a agarrar el carro pero llegaba antes.
Después de las cagotizas que me metían aprendí a pedir el carro y ellos a confiar en mí. Bueno las dos cosas a medias porque decía que iba a un lugar e iba a otro. Llegó a tal extremo que mis papás me contaban los kilómetros y si me pasaba del promedio de kilómetros que mas o menos usaba para ir al lado que decía que fui las cagotizas regresaban.
Otrade las situaciones que me quedé con cara de niñoyonofui sucedió cuando estaba en la prepa. Yo tenía novia y llevábamos casi un mes pero estaba castigado por X cosa que no recuerdo, sin embargo ya había quedado con mis compas y mi novia, claro, que íbamos a ir al cine en la noche. Supongo vi mucha TV de morro porque dejé en mi cama un bulto de ropa cubierto por cobijas y me salí por la ventana de mi cuarto para pasarme a la azotea del vecino e irme con mis compas que me esperaban afuera. Cuando llegué al cine mi celular no paraba de sonar; eran mis papás que querían desesperadamente que llegara a la casa. ¿cómo lo sabía? les contesté el teléfono. Cuando llegué a la casa no me dijeron nada, ni una palabra, sino hasta el dia siguiente que me levantaron de la cama a gritos y demás por haberme fugado y yo, con mi cara de yo no fui.
Etiquetas: confesiones de pijamada, EL GRAN TEMA
6 Comentarios
Yo kería escribir pero no recuerdo ninguna travesura... ke me hayan descubierto.
Jajajajaja
...los cobertores figurando ser tu, fallaron, jajaja, cagotiza!!
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