Caminé, caminé, caminé, era como si quisiera huir y al final, entre la multitud, me senté y me sentí ausente mientras veía la vida pasar. Y pasó de todo, o al menos me entretuvo ver a la gente y tomarle una que otra foto. Acá las fotos:
Esta chava me cayó muy bien desde que la vi. Estaba ahí sentada esperando a un tipin. Lo curioso es que la gente que pasaba frente a ella, en especial los hombres se le quedaban viendo, en verdad llamaba mucho la atención.
Esta es una familia nice que llegó súper tarde a ver la exposición de Frida en Bellas Artes. Ese día iban a cerrar a las 12 de la noche para que el mayor número de gente pudiera pasar. Pero como la gente nice no hace fila a menos de que compren el VIP pass de Six Flags pues se fueron. Yo supongo se trataba de los abuelos y una tía con su hijo y el resto de la familia. La mamá iba en sillas de ruedas (la tapa su hijo de naranja) por lo que tuvieron que preguntar si ella tenía que hacer fila y les respondieron que no, que ella con un acompañante pasaban sin formarse. Así que si quieren ver la exposición de Frida, renten o consíganse una silla de ruedas y se evitaran hacer fila de 40 a 60 mins.
Odié al señor que iba con ellos (derecha en la foto) pues se la pasaba quejándose de la mala administración para ver la exposición. La verdad no tengo argumentos con qué contestarle pues no me formé, ni la he visto, ni nada aunque creo que es muy complicado (mas no difícil ordenar a tanta gente) que se aglutina para ver la exposición.
Este señor iba con limpiapipas por todo su cuerpo, o cueritos de colores o algo similar que no alcancé a distinguir bien. Los llevaba en el cabello, los llevaba en la barba, en los pantalones, en todas partes. No supe si los vendía o no, pero llamaba la atención y sonreía a todos.
Ella es la señora tennis que caminaba por tooooodo Bellas Artes de un lado a otro pero eso si, con su súper snickers. Obvio la amé.
Después de la viejita había un chavo que al igual que yo estaba sentado viendo a la gente pasar. Se levantaba, se movía, me veía, se iba de un lado a otro un tanto nervioso y me puso un poco nervioso porque no parecía esperar a nadie sino ver quién pasaba. Lo quise guardar en mi cámara y parece que sonrió.
Por último otros dos que esperan al igual que yo (la chava es la del principio). Me tranquilizó haber estado ahi por unas horas y tomar fotos a la gente.Y es que si lo hacía era porque la gente lo pedía a gritos. Vamos, que todos a los que fotografié tenían ese charm para ser capturados.
Creo que será un buen ejercicio para mis alumnos, algún día.
Ya por último ésta fue la rola que escuchaba por todas partes durante ese día:
Obvio terminó por encantarme :D
|
2 Comentarios
Saludines amiguiwi
Publicar un comentario